La pregunta tiene una respuesta obvia y todos la sabemos. Inclusive ellos. ¿Se imaginan a la AFA frenando a los clubes directamente afiliados hasta que el Interior superare el flagelo?
No, porque lo que pase fuera del territorio del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) no mueve la aguja. Y esto viene de lejos; desde hace exactamente 35 años cuando, durante la gestión de Julio Humberto Grondona, se abolieron los Nacionales e inventaron distintos certámenes que desangraron a los clubes del Interior.
Por caso, en el primer Torneo Argentino A (1995/96) Huracán de San Rafael debió recorrer ¡32.500 Km! jugando en Mendoza, Bahía Blanca, Mar del Plata, Necochea, Rawson y Río Negro en más de una ocasión. Eso significó importantes erogaciones en viajes, alojamientos, comidas y demás.
El equivalente de aquel Torneo Argentino A, donde participaron clubes directamente afiliados a la AFA, fue la B Metropolitana. En 1995/96 intervinieron dieciocho equipos de Buenos Aires y uno de Rosario (Argentino). ¿Cuánto recorrieron? ¿Tuvieron costos por viajes, alojamientos, comidas y demás? No.
Y hoy sigue todo igual. Nuestra nota AFA entregará dinero a los clubes, pero por ahora los del Regional no están incluidos, dio cuenta que AFA asignó $500.000 para cada club de la B Metropolitana y solo $190.000 para los del Federal A (equivalente a aquel Argentino A).
Más aún: a los clubes que jugaron el Regional no les dieron nada (por algo le agregaron lo de Amateur), mientras que a la equivalente categoría Primera C de AFA, $200.000 a cada entidad.
Y hasta están contemplados los de la D. Esa plata fue un envío de la FIFA (que asistió a todas las asociaciones miembros por el Coronavirus), que giró a la AFA $74 millones.
Centralismo “al palo”
Volviendo a los años ochenta, se dispuso que, para las votaciones, cada club fuera igual a un voto. De ese modo, los directamente afiliados del AMBA fueron mayoría, se privilegiaron y, a cambio, aseguraron gobernabilidad. Todos saben sacar cuentas, por lo que la modalidad perdura.
La semana pasada, el Gobierno de Mendoza autorizó la vuelta a los entrenamientos. Inmediatamente, los voceros de AFA/Consejo Federal se encargaron de informar que AFA no autorizaba nada. ¿En que perjudicaba comenzar a trabajar para un hipotético campeonato local? En nada. En nada, pero la bajada de línea hizo recordar quién manda so pena de hacer tronar el escarmiento.
Y todos los clubes, que ya pensaban en el retorno, recordaron que no acatar decisiones, romper el cautiverio, trae como consecuencia sanciones y/o desafiliaciones. Casi nada.
Lo curioso es que AFA/Consejo Federal no emitieron comunicado alguno. Su determinación no fue informada oficialmente. ¿Temen un conflicto por una determinación a todas luces antifederal? Como fuere, tienen quienes hablen oficiosamente por ellos.
Que el atropello esté vigente durante más de tres décadas, significa que los dirigentes del Interior, por acción u omisión, fueron funcionales a las políticas centralistas.
Las únicas que pueden comenzar a cambiar la historia son las bases, o sea los clubes. Y la herramienta, tan sencilla como poderosa, es el voto para elegir representantes. Si no es así, el centralismo seguirá robusteciéndose a costa de un Interior cada vez más debilitado.
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Por Roberto Bravo.
