“Todo comenzó en 1973 con la fusión de Parroquia de Luján y El Usillal que aportó, entre otros, a Hugo González y Julio Totero”, recuerda Mario Castro.
En diciembre, tras dejar atrás a General Alvear y Malargüe, Albos de Urquiza jugó la Final de la serie provincial.
“¡Mirá el tamaño de la foto! Éramos los candidatos, pero perdimos 3-1 ante Huracán Las Heras (con otro nombre) en la cancha de Independiente Rivadavia”, rememora Luis Cara.
“Lo ganábamos con gol de tiro libre del Gordo Salinas, pero lo dieron vuelta de la mano del Panza Videla”, agrega Castro.
Perseveraron y triunfaron
Con el campeonato entre ceja y ceja, Albos de Urquiza disputó la etapa provincial 1974 eliminando a General Alvear y Malargüe.
“En semifinales nos desquitamos y goleamos a Huracán Las Heras con un Hugo González imparable”, revive Mario.
“Nos consagramos campeones en octubre, al vencer a Tunuyán 3-1 en el estadio de Andes Talleres. El triunfo fue muy festejado por todo San Rafael”, apunta Luis.
La nota habla de “Los Albos de San Luis”, aunque el nombre siempre fue Albos de Urquiza, a excepción de uno de los torneos donde cambio por Albos de UOM al ser patrocinados por la Unión Obrera Metalúrgica.
Sí hubo una identificación con Atlético San Luis: lo demuestra que la mayoría de los chicos pasaron a jugar en las Inferiores del club de Urquiza 150.
“La etapa nacional se disputó en Embalse Río Tercero (Córdoba). En semifinales perdimos con Misiones y el equipo de Provincia de Buenos Aires nos ganó el tercer puesto al derrotarnos 1-0, en un día muy ventoso. La Final fue para Cebollitas (de Diego Armando Maradona) que triunfó ante Misiones”, recuerda Mario.
“Con Hugo González fuimos seleccionados para un entrenamiento grupal del que participó Maradona. Ya todos hablaban de Diego”, agrega.
Otro integrante de Albos, Raúl Alanís (“Buen marcador de punta. Tenía la cabeza llena de rulos”, recuerda Mario) rememora: “En Córdoba no teníamos mucho tiempo entre partido y partido, por lo que una sola vez fuimos a ver a Maradona, que hizo un gol a su estilo: amagó patear con derecha, tiró la gambeta larga hacia la derecha y, cuando el arquero iba con él, la acarició de zurda al otro palo. Una delicia”.
1975
Mario dice: “Ese año volvimos a campeonar en la etapa provincial y retornamos a Río Tercero”.
“Tras buenas actuaciones con triunfos, jugamos la final con Santa Fe. Dirigió el árbitro de primera Luis Pestarino que no vio una mano de ellos en el primer gol y marcó el penal con el que nos vencieron 2-1. Todo fue raro. Hasta la televisación: filmaron el partido por el tercer puesto en lugar de la Final”, rememora Mario, al tiempo que señala: “Más allá de eso, nos sentimos muy orgullosos por el subcampeonato: tuvimos la delantera más efectiva, la defensa con menos goles en contra y la valla menos vencida”.
“En todo ese proceso fueron fundamentales el entrenador, Rubén Muñoz, y el director Municipal de Deportes, Poroto Torres, que nos gestionaba permisos en las escuelas para que entrenáramos en doble turno con el profesor Daniel Ruiz. Teníamos 13 años, pero estábamos preparados y mentalizados como profesionales”, concluye Mario.
Aquella fue una historia de tres años muy rica, muy productiva, que se debe recuperar con la organización de torneos provinciales e interprovinciales infantiles y juveniles. Que aquellos años el fútbol mayor sanrafaelino brillara con luz propia, también tuvo que ver con la experiencia que los jugadores vivían desde chicos.
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Por Roberto Armando Bravo.
Que hermoso era competir en aquellos torneos Evita. La importancia del deporte en los niños. Porque no solo era fútbol, sino múltiples disciplinas deportivas, y las competencias se esperaban con ansias de poder avanzar en las distintas etapas departamentales, provinciales y nacionales, para las cuales nos preparabamos durante el año. Muchas gracias Infobravo,com por rememorar aquellas èpocas en las que brillaron Los Albos de Urquiza, y donde la amistad era la bandera principal.