Los pibes ya andaban cotejando con sus figuritas la formación que salía de memoria: “Santoro, Navarro y Rolan”, o la delantera “Bernao, Mura, Luis Suárez, Mario Rodríguez y Savoy”.
Pero Independiente -que había venido al departamento tres años antes- avisó, en tiempo y forma, que le era imposible viajar. Razones no le faltaban: la pelea con River Plate era palmo a palmo y, en fechas precedentes, había sumado varios lesionados.
Si bien los Rojos enfrentarían a Huracán en Pueblo Diamante, el Globito se reforzaría con jugadores del Deportivo Goudge, campeón de la temporada anterior y puntero en 1963. Es decir que el Día de la Independencia, se festejaría futbolísticamente con un gran choque local.
Y gran choque, es gran choque: Azuloros y Celestes habían disputado tres finales en 1962 y pelearían palmo a palmo el del 1963 que, finalmente, sería para Huracán.
Pero, por aquello de que “lo cortés no quita lo valiente”, como debe ser, posaron todos juntos.
Por Roberto Bravo.