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Lo que quedó del Clásico

En el día de ayer, Sportivo Pedal Club y Huracán igualaron 1-1 por la 5ta Fecha de la Zona Campeonato ver Otra vez sopa. En la nota, algunas particularidades del Clásico disputado en Pedro Vargas y Cabildo.

Pasto húmedo: producto del rocío y una leve helada, antes del partido el escaso césped de la cancha de Pedal estuvo reluciente. El lustre se acabó cuando comenzaron a pisarlo los tapones. También desapreció el simpático canto de los Teros.

Menos frío de lo esperado: al inicio del clásico, la temperatura era de 7.8 °C y la sensación térmica de 6.6 °C. A primera hora de la mañana, se registraron una décima de grado y tres y medio bajo cero, respectivamente. Cerca del mediodía el sol se hizo sentir.

Madrugadora: una hora antes del partido había una sola bandera de Pedal colgada del tejido de alambre de la platea oeste que rezaba: “El más grande”. Luego se sumaron media docena de banderas y estandartes.

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La primera. «El más grande» reza la bandera colgada en la platea oeste.

Sin color: los simpatizantes de Huracán respetaron lo dispuesto, no llevaron  identificación, y, a diferencia del clásico disputado el 17 de julio en el mismo escenario, no hubo globos azules ni amarillos.

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Sin color. Los hinchas de Huracán fueron sin identificación a la Fortaleza de Cemento.

De banda a banda: cada canto de una hinchada era respondido por la otra. El clásico también se jugó de Boquilla. Estuvo bueno.

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Bombos y silbatos. Los hinchas del Tricolor alentaron a su equipo y acompañaron sus cánticos con mucho ruido.

Muy correcto: así fue el comportamiento de los espectadores de uno y otro. Adentro y afuera. Felicitaciones. Lo bueno también se contagia.

Previsibilidad: del operativo policial. Habida cuenta que en el cotejo anterior unos pocos hinchas se desafiaron para pelear en la popular sur, ahora se ubicaron allí un par de efectivos con un perrito que daba miedo. A nadie se le ocurrió bravuconada alguna.

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Mejor prevenir… Dos policías y un perro en la popular sur. Observa las acciones, dentro del campo, el portero Imanol Díaz.

Contra la desnutrición: Pedal se suma a la labor de ANIM-CONÍN, y pide a cada simpatizante que concurra a Pedro Vargas y Cabildo done un kilo de leche en polvo, se juegue Primera o Inferiores. Bien por los dirigentes Tricolores.

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Lucas Galla, Juan Adrián Reche, Hugo Tonidandel y Rodolfo Macía representaron a ANIM-CONIN en el día de ayer. En adelante recibirá leche en polvo cuando el Tricolor juegue de local, sea en Inferiores o en Primera.

En desuso: Las 537 plateas bajas de madera y metal que tiene la Fortaleza de Cemento no tienen ocupantes. Cuando se incorporaron los toldos de los bancos de suplentes y las lonas, se perdió gran parte de la visión. En los sesenta y setenta fueron la ubicación preferida, fundamentalmente de las damas. La cantidad de localidades es para envidiar, aun por clubes del Federal “B”.

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537. Son las plateas bajas de madera y metal que tienen poco uso en la Fortaleza de Cemento.

¡Pongan güe…!: a juzgar por el festejo de José Gutiérrez en el gol, parece que ese era el reclamo de algunos plateístas. Luego, el Contador se fundió en un abrazo con el entrenador Néstor Yáñez. Una reflexión: el fútbol se sigue jugando con la cabeza y se ejecuta con los pies. Ejemplo: la frialdad y justeza de José para marcar.

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Con el puño apretado. Valentín Camerucci festeja el empate; detrás José Gutiérrez es tirado al piso por Gastón Robles mientras se acercan Branco Viladrich y Saulo Reveco. Observa el asistente Emanuel Antequera y detrás los suplentes Franco Amorós, Gastón Pedernera y Daniel Torrecilla.

¡Pongan plata!: la próxima etapa de la construcción del salón que la nieve tiró hace 41 años, será el montaje del techo. “Necesitaremos de la colaboración de todos” dijo el presidente Pedalino Pablo Espuri. También destacó lo importante que será para la institución la cantidad de nuevas disciplinas deportivas que se incorporarán.

En una de esas…: muy entusiasmado, tras la igualdad de un partido casi perdido, el Presi Tricolor tiró: “tal vez festejemos dentro de cinco semanas en Huracán”. En una de esas…

Sin consuelo: Martín Mir, el arquerito de Huracán, se fue llorando del estadio. Su única distracción (había atajado muy bien) le costó el empate rival. No es menos cierto que era impensado que José Gutiérrez tirara desde donde lo hizo. El D.T. Carlos Correa lo bancó (“en la vida se aprende de los errores”). Franco Aguilera, también. ¡Arriba el ánimo pibe! Usted tiene futuro.

Por Roberto Armando Bravo.

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