Corrían los primeros años del retorno de la democracia. El entonces gobernador de La Rioja, Carlos Saúl Menem, presidió un acto en el Teatro Roma de San Rafael. Al término del encuentro, fue requerido por los periodistas locales a lo que accedió de buena manera.
Una de las preguntas fue: “Usted habló de cuánto creció la deuda externa durante la dictadura. Han transcurrido cuatro años desde el funcionamiento de las instituciones y no se abrieron procesos contra los responsables ¿por qué?”. Menem respondió lacónicamente «La hicieron muy bien».
Los años posteriores demostraron que muchos aprendieron a “hacerla bien”. Durante la presidencia del mismo Carlos Menem abundaron los casos de corrupción. Una de las últimas condenas fue el pago de sobresueldos con fondos reservados de la S.I.D.E. Hubo otras anteriores.
Luego vendría lo de la Banelco (Acusación al gobierno de Fernando De La Rúa por el pago de coimas a senadores Justicialistas para aprobar una reforma laboral) con todos absueltos quince años después por el beneficio de la duda.
Ahora, lo del gobierno de los Kirchner supera (y promete seguir superando) todo lo conocido.
Entre el 2003 y el 2015, los principales ex funcionarios kirchneristas -entre ellos Cristina Kirchner– fueron objeto de 2.160 denuncias por corrupción solo en la Capital Federal, según informe de la Cámara Federal porteña.
La lista de denunciados la encabeza la ex presidenta con 419; Néstor Kirchner (193); el ex vicepresidente Amado Boudou (117); el ex ministro de Planificación Julio De Vido (117); el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández (108) y el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime. Siguen en este ranking: el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno; la ex ministra de Defensa y Seguridad Nilda Garré (67); el ex jefe de Gabinete Jorge Capitanich (61) y el ex vicepresidente Daniel Scioli (51).
La lista incluye otros 27 ex ministros y ex secretarios de Estado que tienen menos de 10 causas, y los explosivos casos de los amigos del poder: Lázaro Báez y Cristóbal López.
¿Veremos a algunos cumpliendo condenas de verdad o también la habrán hecho muy bien?
Por Roberto Armando Bravo.
