“La primera carrera en categoría Juveniles la disputé a los 13 años, en 1968. Se corrió alrededor del Polideportivo N° 1 y quedé en el tercer lugar. Corrí con una bicicleta demasiado común; era de mi hermano que hacía el Servicio Militar”, cuenta Javier.
“Entrenaba uniendo Los Tres Vientos con Las Malvinas, una y otra vez. En 1971 gané la primera competencia en mayores. Organizada por Sportivo Pedal Club, recorría un circuito callejero por las calles Pedro Vargas, Juan XXIII y Florida”.


“El Negro Astibia (utilero de Deportivo Goudge y gran aficionado al ciclismo) me dio una camiseta celeste del equipo de fútbol que usé durante varias carreras”.
“Don Rosales (el de la bicicletería de la calle Entre Ríos) se entusiasmó con mi actuación y me cedió las primeras ruedas tipo tubo; al principio no podía encontrar el equilibrio”, dice sonriendo.

Tiempo de laureles
“Fui campeón sanrafaelino en todas las categorías de pista y en ruta. En 1975, gané las doce carreras en la pista del Sportivo Balloffet, compitiendo con grandes corredores como el Pelado Troyano, Juan Giménez, Coneja Rodríguez, Patón Díaz y otros”.
“También fui campeón mendocino y cuyano, cuando gané la competencia de persecución en San Juan”. Nosotros pensamos: ¡Casi nada!

Gran protagonista del séptimo y último Cruce de Los Andes
“En 1975, con 19 años de edad, fui parte del equipo Vialidad Sur, integrado por Humberto Pavez (San Rafael) y los mendocinos Videla y Esteban. La carrera fue durísima como que, después de Uspallata, el camino era de ripio con piedras y cruces de arroyos”.

“En particular, recuerdo el tramo de 9 kilómetros entre Uspallata y El Cristo; tardé 27 minutos, y cuando llegué arriba el frío paralizaba (y eso que estábamos en pleno enero)”.
“En la general terminé decimotercero. Fui premiado como el segundo argentino mejor clasificado (el primero fue Juan Carlos Carmeno)”. El Negro Pavez quedó entre los 30.

“Ganó el colombiano Gonzalo Marín* y los 6 primeros puestos fueron representantes de Colombia, Ecuador y Chile, que marcaron importantes diferencias”.
Toledano y Pavez debieron sortear muchísimas dificultades, más allá de las que les planteaba la competencia misma. Vale recordar el título de diario El Comercio: “Gran actuación de Javier Toledano, teniendo en cuenta la inferioridad de los equipos de auxilio y logística”.

Hasta aquí, una Batería de grandes recuerdos del ciclismo sanrafaelino.
*Nota de redacción: el colombiano Gonzalo Marín integró el Cartel de Medellín de los hermanos Escobar. Fue acusado de haber planeado y ordenado un atentado que dejó 63 muertos y 600 heridos, en 1990. Cuatro meses después del hecho, fue asesinado. Tenía 38 años de edad. La revelación de la doble vida del corredor dejó estupefacto al mundo del ciclismo.
Por Roberto Bravo.
Es un capo como ser Humano, se nota que vino todo con esfuerzo,trabajo y mucha dedicación. Se lo aprecia y valora mucho. Un orgullo para la familia!!