Al hacer el balance deportivo 2015, los sanrafaelinos hinchamos el pecho porque sentimos como nuestro, aunque no lo sea, el oro logrado en Canadá por José Luis González, integrante del equipo de Vóley que se consagró tras dar vuelta de modo increíble el partido final frente a Brasil.
Este joven (2,06 metros de estatura) en realidad es de Buenos Aires pero vive aquí desde el año 1999. O sea, es sanrafaelino por adopción y, lo más importante, porque él adoptó a nuestro San Rafael para vivir toda vez que sus tiempos deportivos se lo permitan.
Dejando de lado el lógico exitismo que nos invade, no ha sido menos meritoria la labor cumplida por otro hombre de este terruño: Gerónimo Cortéz (18) el kayakista de la categoría canoa slalom accedió a la finalísima y, aunque para él no hubo presea, culminó sexto.
Estos logros tendrán, a no dudarlo, un valor residual inmenso: muchos jóvenes que practican esas disciplinas los tomarán como ejemplo a seguir y aprenderán aspectos inherentes a lo físico, psíquico y emocional. Además, otros chicos -que tal vez no pensaban incursionar en vóley o kayak- encontrarán sobrados motivos para hacerlo.
El deporte sanrafaelino no tan popular tiene para festejar, enhorabuena.
Por Roberto Armando Bravo.