La frase fue expresada por Adolfo Estrada (ex D.T. de Deportivo Guaymallén) al término del partido que el Cacique le ganó a Andes F.C. por el Torneo Federal «B» 2015.
Es que el fútbol del presente es, fundamentalmente, veloz y friccionado de modo que la ecuación sería a mayor velocidad menor precisión y, consecuentemente, belleza.
Y así es el modelo que se impone en gran parte del planeta.
Hay un caso paradigmático: en 2002, Facundo Sava -actual entrenador de Racing Club de Avellaneda- le había marcado tres goles al Liverpool, jugando para el Fulham inglés. A la fecha siguiente, tras caer derrotados ante el Hertha Berlín alemán por la Copa UEFA, su D.T. Jean Tigana lo cuestionó públicamente porque, en uno de los tantos del rival, el Colorado no había vuelto con la marca.
Y uno podría decir que el fútbol argentino compró un buzón que ni siquiera se vendía. En las últimas cuatro décadas dejamos “la nuestra” y copiamos la de los europeos. La onda abarcó hasta los pibes. Hace veinte años escuché (en un partido de cuarta en Huracán) cómo sermoneaban al Polaco Jorge Quiroga por gambetear: ¡si la perdés nos agarran de contra!
Así, se fueron extinguiendo los talentosos porque no se tiraban al piso y eran lentos ¡Si hasta hace poco discutimos a Juan Román Riquelme!
Y hoy resulta que el fútbol español cambió furia por juego y es superior al nuestro. Los equipos salen jugando, arman prolijamente y solo aceleran en los últimos 25 metros. Los alemanes, sin dejar de lado la potencia, también priorizan el buen trato de pelota.
¿Nosotros? Nosotros rifamos la identidad.
Por Roberto Armando Bravo.
Foto de inicio:Facebook de Adolfo Estrada.
