Algunos, pensando a futuro, vaticinaban: “Se va a cansar de hacer goles en Primera”.
Le erraron. Jorge Carrizo, a él recordamos, nunca sació sus ansias de “inflar redes”. Y mire si hizo goles, ¿Eh? Y no solo los marcó; también ayudó a que otros se encontraran con el arco rival.
El Matador era un astuto de “Las 18” que aunaba dominio, intuición, certeza para definir (con ambas piernas y la cabeza) y, aunque de goles viven los delanteros, jugaba, siempre jugaba; tenía la virtud de hacerlo en equipo, de saber asociarse, de ingeniárselas en espacios reducidos y de espaldas al arco.
En lo que los pronosticadores no erraron (tal vez se hayan quedado cortos) es la cantidad de goles marcados por Jorge Carrizo. El cúmulo fue aumentando progresivamente: algunos en Atlético San Luis, más en Deportivo Argentino y muchos más en Sportivo Pedal Club, Rincón del Atuel, Huracán y San Martín de Monte Comán.
Cipolletti de Río Negro también requirió de su especialidad y, ya en el Nacional “B”, no defraudó.
¡Te están buscando Matador!
Como una respuesta a la canción de Los Fabulosos Cadillacs (que sonaba mucho por los ′90), a Jorge Carrizo los defensores no lo encontraban.
Por Roberto Armando Bravo.