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Lo que dejó la última del TD6

Cuadro Benegas le ganó a San Martín y San Luis venció a El Porvenir. Repasamos algunas de las cosas que dejó la última jornada del Hexagonal, que se definirá con un desempate.

Preanuncio: dicen que el canto de los teros anuncia lluvia. Damos fe: en el estadio del Santo de la Cañada hubo lluvia de goles.

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Teros. Generalmente su canto significa proximidad de lluvia. En Salto de las Rosas la hubo… de goles (siete).

Prohibido no escuchar radio: todas las orejas de los espectadores de San Martín – Cuadro Benegas y El Porvenir – San Luis estaban puestas en el otro estadio. Imposible no saber “cómo iban los otros”.

Madrugador: Rubén Leroy abrió el estadio Rojinegro a los periodistas madrugadores. Desde hace cuatro décadas, es un activo dirigente más allá del puesto que ocupe.

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Vaya por allá. Parece decirle Rubén Leroy a un auto que ingresó al estadio y se ubicó detrás del arco oeste. Memorioso dirigente de San Martín.

Memorioso: Leroy recordó cuando, en los ochenta, se hizo un gran esfuerzo contratando jugadores de la envergadura de Rubén Bertani, Laco Calderón, Bony Martín y otros. Al concluir la Primera Rueda, San Martín le llevaba cinco puntos al escolta, se quedó en la segunda y no ascendió.

Vista verde: los eucaliptos detrás del arco este le dan un hermoso aspecto al estadio de San Martín. Están en un terreno, lindante con la escuela, que pertenece a la institución.

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Verde. La vista que ofrece el estadio del Rojinegro detrás del arco este es muy bonita, en parte, por una gran cantidad de eucaliptos que hay en el lugar.

Presidente: Aníbal Rey dijo no estar de acuerdo con el fallo que benefició a San Luis en detrimento de la entidad que dirige. Argumentó que el jugador Javier Granero “estuvo en el banco pero no jugó”. Si perjudicó a un tercero, ¿por qué él y su club (Deportivo Malargüe) no fueron sancionados?, se preguntó.

Un minuto de silencio: la tragedia del Chapecoense sigue dando mucho que hablar o, que callar. Cuando se cumplió con el homenaje no se escuchó ni un murmullo.

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Respeto. Antes de empezar, se realizó un minuto de silencio en homenaje a los jugadores de Chapecoense.

En las buenas y en las malas: pese a lo difícil que parecía la permanencia, un grupo de hinchas locales hizo sonar los parches hasta el final en la tribunita noroeste. Así se hace.

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Rojinegros. Un grupo de hinchas locales le puso ruido a la tarde con sus bombos.

Nervios I: Raúl Escudero, uno de los entrenadores de San Martín, consumió un cigarrillo en tiempo récord antes que comenzara el encuentro.

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Nerviosos. El D.T. Raúl Escudero y Javier Devia (8) tuvieron pasajes de nerviosismo antes y durante el cotejo. En la foto, también, Brian Cabrera.

Nervios II: De Pipo Devia que le reprochó la expulsión a Jesús Bustos. Cuando el seis se iba a los vestuarios, tuvieron que sujetarlo para que no se volviera.

Ball blue: toda vez que hubo que reemplazar a la pelota original, se acudió a una de color azul. Fue algo inusual desde lo cromático.

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Azul. El balón que ocasionalmente sustituyó a los oficiales fue de ese color. Aquí, lo sostiene el uno Mirasol, Carlos Fuentes.

Hablando de colores…: El Porvenir lució ante San Luis una camiseta de color naranja. También resultó inédito.

Cuando “A la misma hora” no es a la misma hora: no había comenzado San Martín – Cuadro Benegas y ya San Luis ganaba 1-0. El partido en El Porvenir se inició casi cinco minutos antes o Rojinegros y Mirasoles empezaron cinco después.

Tampoco ajustaron en el segundo tiempo: al recomenzar San Martín – Cuadro Benegas se habían marcados dos goles en el estadio de avenida El libertador (Germán Cruz -EP- y Bernabé Carretero -SL-).

A propósito de relojes: la gente de Cuadro Benegas no dejaba de preguntar por qué Sergio Cornejo adicionó siete minutos en El Porvenir – San Luis (a los 52′ llegó el tercer gol Albo). A los periodistas que estuvieron en la cobertura también les pareció exagerado. Asimismo, puntualizaron que el juez no indicó cuánto iba a adicionar.

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“La confianza nos mató”. Adolfo Lima, entrenador del ganador en Cañada Seca, se refirió con esa frase al desarrollo del cotejo.

¡Oh Mirasol!: pese a que no se dio la posibilidad de ascender, en los vestuarios atronó el canto de los jugadores de Cuadro Benegas. Hasta la finalísima.

“La confianza nos mató”: El D.T. del Cuadro, Adolfo Lima, atribuyó a ella el quedo de su equipo tras ir ganando 3-0. “No nos puede volver suceder”, dijo, seguramente pensando en el choque definitorio ante los Merengues de calle Urquiza.

Por Roberto Armando Bravo.

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