Formar jugadores es tan difícil como trascendente. Por tanto, son pocos los entrenadores de juveniles que ven plasmado su trabajo a futuro.
Mario Saromé fue uno de ellos: por años, la cantera de Deportivo Argentino promovió jugadores que luego brillarían en Primera, no solo en San Rafael.
Claro que, sin duda, su mayor logro como conductor fue la obtención del Campeonato Provincial Juvenil de 1979 cuando San Rafael venció en la final a Tunuyán (1-0) en el estadio Mundialista de Mendoza. La frutilla del postre, aquel encuentro frente a Rusia, sub campeón del mundo, en el mismo escenario.
Una cosa lleva a la otra
Si bien a Mario no le seducía dirigir Primera, tuvo más de un interinato en la Academia. Además, en 1990, en dupla con Eleazar Tercilla, dirigió la campaña más importante desde 1977 peleando el título hasta la última fecha con Huracán y Sportivo Balloffet.
Aquella fue una escuadra con gran poder ofensivo, al punto que Jorge Carrizo se consagró goleador de la temporada con 24 de las 40 conquistas Albicelestes.
En los últimos años hizo un importante aporte en Cuadro Benegas, integrando distintas comisiones directiva Mirasoles. Con 68 años tenía todavía mucho por brindar; el destino no lo quiso y en las últimas horas partió.
El Turco nos dejó un muy buen recuerdo. Cada tanto, aparecía por la redacción de LV4 con recortes de diarios en la mano y un “che ¿te acordás?…”.
Con nuestro agradecimiento por su contribución a la historia grande del fútbol sanrafaelino, va nuestro más sentido pésame para familiares, amigos y muchos ex agradecidos jugadores que siempre expresaron su reconocimiento para con Mario Alberto Saromé.
Por Roberto Armando Bravo.
