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Obesidad infantil

Informaciones dan cuenta que se duplicó. Otras, más específicas, consignan que, desde 1990 a 2014 pasó de 31 a 41 millones en el mundo.

Lejos de aquel concepto primigenio que aseveraba que los niños gorditos eran más saludables, a la comunidad médica internacional preocupa una patología para la que no hay remedios; en todo caso, existen para las consecuencias.

El tratamiento, entonces, es absolutamente preventivo.

Hay más de un motivo que merece consideración y estudio. La era del “todo hecho” (juegos y juguetes) tiene como característica a niños más pasivos. Excepto jugar a la pelota, se extinguieron otras destrezas que requerían de cierta actividad física como correr para jugar a las escondidas y elevar barriletes, arrastrarse para deslizar autitos y bolitas, agacharse para levantar el trompo y otras.

Asimismo, a muy corta edad los atrapa el mundo virtual de computadoras, tablet y celulares. Están entretenidos, la calle es peligrosa por lo que los padres viven tranquilos aunque no saben establecer límites ni lograr que compatibilicen el juego virtual con una actividad física.

Lo otro es la alimentación propiamente dicha. El consumismo ha derivado en una desmesurada ingesta de la denominada comida chatarra y las bebidas cola se consumen más que el agua.

No es necesario un diván para establecer una crianza adecuada. Un pediatra puede aconsejar a priori; solo hay que consultar.

Por Roberto Armando Bravo.

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