Que la provincia tiene problemas financieros dejó de ser una novedad aunque cada día la realidad se encargue de recordarlo.
Pero, también hay otro tipo de dificultades que uno podría denominar exógenas: son las que genera la macroeconomía. En lo que a nosotros respecta, Mendoza nada puede hacer, por ejemplo, en cuanto a Dólar, tributos, inflación o aumento de los combustibles; son potestad de la nación.
Pero influyen. Carcomen el poder adquisitivo de los trabajadores y ello se traduce en menor consumo, fenómeno conocido como recesión.
El estado provincial puede decidir una mejora en los salarios de una buena parte de la población activa. Claro que, para ello, necesita un refuerzo del poder central. En procura de ello, el ejecutivo ha pedido una devolución gradual del 15% de la Coparticipación Federal de Impuestos y una suba en el porcentaje de los fondos para el financiamiento educativo.
De ser positivo su requerimiento, en el mediano plazo podría contar con unos 2.000 millones de pesos para impulsar una rueda que, por ahora, apenas gira.
Por Roberto Armando Bravo.
