Una decisión tomada por el juez Claudio Bonadío en 2003 crispó al incipiente gobierno de Néstor Kirchner. El magistrado federal encarceló a los ex Montoneros Fernando Vaca Narvaja y Roberto Perdía y no pudo hacer lo propio con Mario Firmenich porque estaba en España.
Bonadío quería determinar si tenían responsabilidad en la desaparición de una veintena de Montoneros que retornaron al país, entre 1979 y 1980, en la operación denominada Contraofensiva.
El juez sospechaba que sus propios compañeros los habían hecho volver con promesas como que el Almirante Massera estaba de acuerdo.
Meses más tarde, la Cámara Federal anuló lo actuado por Bonadío.
Hay una teoría que, para desarrollarla, hay que remontarse a 1975 cuando los Montoneros secuestraron a Jorge Born (propietario de Molinos Río de la Plata). Para liberarlo recibieron 60 millones de dólares y varios equipos con los productos alimenticios de la compañía (uno o dos vinieron a San Rafael). En ese momento se produjo una fractura en el grupo guerrillero por el destino del dinero; los más radicalizados, que finalmente se fueron del país, querían usarlo para la revolución; para el resto, había pasado ese tiempo, lo que obligaba a repensar el rumbo.
Cuatro o cinco años después llegó el convite para venir, zanjar diferencias y decidir sobre qué hacer con lo que quedaba de los 60 millones de dólares.
Se asegura que, inclusive, otros Montoneros viajaron (a Europa) para advertirles que no volvieran.
Ahora, dentro de otro marco político, tal vez Claudio Bonadío (o quien fuere) retome la investigación. No hay algo que deje más dudas que una investigación frustrada por la misma justicia.
Por Roberto Armando Bravo.
