in

Made in casa

La frase «hacer tomates» viene de muy atrás. De generación en generación, a fines de febrero o principios de marzo, los integrantes de muchas familias se reparten todas y cada una de las tareas: compra de los cajones, leña, tapas, encendido del fuego, tiempo de cocción, tapado y demás.

De hecho es un trabajo arduo. Que el sacrificio valió, se apreciará en el invierno. Habrá un ahorro de dinero considerable y, además, «es casero».

¡Ojo! casero no es sinónimo de bueno. Para que lo sea es imprescindible la higiene personal. También que no haya contaminación cruzada: utensilios-superficies-manos-productos. Asimismo que se respete el tiempo de hervor.

Hay que despojarse de algunos prejuicios como «siempre lo hicimos así y nunca pasó nada». Si existe, o se genera, la más mínima duda, hay un Departamento Municipal de Bromatología donde asesoran convenientemente y sin costo alguno.

Mejor prevenir que curar. Siempre.

Por Roberto Armando Bravo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Arranca la Escuela de fútbol del Club Banco Mendoza

1983 – Juan Carlos Fajardo, presidente de la LSRF