Veloces y hábiles, fueron jugadores muy comprometidos con el juego de equipo. Lo suyo era desequilibrar para que convirtieran otros en lucha despareja: la marca no solo era de 3 y 4, sino de las líneas de costados y fondo.
En nuestro fútbol siempre hubo extremos muy buenos. Por ejemplo, en el Sportivo Pedal Club campeón 1971 jugaban Oscar Caro (Luján) y un producto de la casa: Jorge Sierra.
El primero se ubicaba por la derecha haciendo valer rapidez y dribling; el segundo volaba y, por sus diagonales, convertía con frecuencia.
El mismo año, ambos integraron la Selección Sanrafaelina que se clasificó campeona provincial de la Copa Adrián Beccar Varela.
Por Roberto Bravo.
Grandisimos jugadores y enormes personas ..un placer haber podido tenerlos de compañeros. y disfrutar su futbol.