El 26 de septiembre, José Luis Sosa atajó por última vez. Fue en el partido que su equipo, Huracán, perdió 2-1 con Balloffet en avenida Mitre, por la última fecha de la Primera Rueda del torneo local.
Desde julio, el portero arrastraba una lesión en su rodilla derecha, un pellizco de menisco, que le impedía jugar con comodidad, por lo que decidió parar.
“Estoy un poco mejor porque no estoy entrenando ni jugando, entonces la rodilla no se me hincha, pero tengo que operarme; en un principio el doctor me dijo que no era para operar, pero jugué siete partidos así y la rodilla no mejoró; al contrario, estaba cada vez peor, por eso paré”, le dijo el guardameta a InfoBravo.
“Este viernes voy a Mendoza a ver al doctor Matías Roby, para coordinar la fecha de la operación”, añadió el golero, que el 19 de diciembre cumplirá 47 años.
Sosa ya había sufrido la misma lesión, pero en su rodilla izquierda. Fue operado en enero y, de acuerdo a la experiencia vivida, luego de ser intervenido quirúrgicamente deberá esperar de un mes y medio a dos para volver a entrenar con normalidad.
Consultado por si su intención es operarse y seguir jugando, el exportero de Balloffet, Constitución, Pedal, Deportivo Argentino y clubes de Mendoza, San Juan, Córdoba y La Rioja, entre otros puntos del país, destacó: “voy a ver cómo quedo y qué aparece, pero creo que sí; todavía tengo ganas de jugar”.
A la espera de que se defina la fecha de su operación, Sosa hace ejercicios en el gimnasio para mantener fortalecida la parte muscular. A la par, trabaja con divisiones menores del Globo. A los 46, casi 47, el arquero quiere seguir bajo los tres palos.
Por Roberto Bravo.
