Cada 2 de noviembre el calendario nos recuerda que es el Día de los Muertos, coincidiendo con la conmemoración católica del Día de los Fieles Difuntos.
Los que puedan repetirán el ritual de llevar flores a tumbas y mausoleos del cementerio. Otros se acercarán al lugar donde esparcieron las cenizas o le sacarán el polvo a urna y flores que se quedaron en casa cuasi un adorno.
En todos los casos retornarán a nuestra memoria, vívidos momentos que quedaron grabados por su impronta de afecto, amistad, sinceridad, rectitud, amor. También, los ejemplos de vida que conformaron un verdadero legado a revisar para después preguntarnos ¿no nos estaremos olvidando de algo?
Por Roberto Armando Bravo.