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Historias sobre ruedas

Los orígenes de los grandes premios de Turismo Carretera se remontan a casi 80 años.

El primero se disputó el 5 de agosto de 1937 recorriendo la mayoría de las provincias argentinas a lo largo de diez etapas. En tiempos en que la comunicación masiva “estaba en pañales” muchos paisanos de tierras adentro se extrañaron al ver pasar uno tras otro a aquellos verdaderos bólidos.

La extenuante competencia fue ganada por el piloto Ángel Lo Valvo con un Ford.

De ese modo se inauguraba la categoría “romántica”. Bien llamada romántica porque cada volante tenía una importante cuota de coraje, amor y pasión. Los tiempos posteriores trajeron el Clásico Chevrolet VS. Ford, más tarde las made in Argentina Liebres y la excelencia conductiva de grandes pilotos en rutas abiertas, muchas de ellas de tierra y con barro además de una sinuosidad salvaje.

En los setenta se esfumó gran parte de la magia: en pos de la seguridad de los conductores desaparecieron carreras y GP y todo se trasladó a los circuitos que ofrecen mucha más seguridad.

¡Claro que no es lo mismo! Igualmente se valora la actualidad del Turismo Carretera Nacional que sigue tan convocante como siempre. Los tiempos pasados fueron buenos; los actuales, también.

Por Roberto Armando Bravo.

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