A la hora de la despedida, el fútbol sanrafaelino reconoce la capacidad del director técnico más exitoso de nuestra historia, de casi noventa años.
Estaba en marcha el Torneo Nacional 1974. Huracán no había arrancado bien y sus dirigentes pensaron en un entrenador que dirigía a Luján Sport Club. Los periodistas recordamos que, como futbolista, había jugado en Independiente de Avellaneda donde, en una época donde no existían los cambios, siempre estuvo tapado por ese gran ocho que fue el Petiso Osvaldo Mura. No obstante, disputó campeonatos de A.F.A. y hasta hizo un gol en la Copa Libertadores marcándole de cabeza a Millonarios en Colombia.
Otro de los clubes argentinos en los que militó fue Newell’s Old Boys de Rosario. Fuera del país, se convirtió en ídolo en Bolívar, uno de los clubes más importantes de Bolivia. Con los Celestes campeonó.
De vuelta a la Argentina, vino a Gimnasia y Esgrima de Mendoza y, del Lobo, pasó a Luján donde culminó su carrera como futbolista y comenzó la de entrenador.
En San Rafael, condujo al Globo en el resto del Nacional ’74 y en todo el de 1981. Muy identificado con la entidad, fue el D.T. Campeón de 1975 (rompiendo una recha de doce años sin títulos) y 1976. Repitió en 1980 y 1981, entre otros logros. También entrenó al Sportivo Pedal Club, Deportivo Argentino, Sportivo Balloffet, Rincón del Atuel y otros.
En General Alvear, fue requerido por Sport Club Pacífico en más de una ocasión. En La Pampa dirigió a All Boys de Santa Rosa y Ferro de General Pico.
De la llamada escuela de los técnicos del Látigo, fue estricto y motivador. Y, al mismo tiempo, muy inteligente; supo cambiar en el transcurso de los encuentros, lo que no es una virtud común.
Su capacidad es reconocida por la mayoría de los futbolistas a los que dirigió. Día triste para los Bertani, Rodríguez, Celucci, Oliva, Martín, Quiles, Lapuente, Ureta, Pont, Requena, Narváez, Pérsico, Pollero y tantos otros que, aun con el paso del tiempo, han seguido, gustosos, compartido distintos encuentros.
Eleazar Tercilla falleció anoche, a las 21.30 H, en su natal Junín. Producto de una neumonía, nos dejó a los 72 años. Sus restos se velan en esa ciudad bonaerense, donde serán inhumados.
¡Gracias Turco!
Chau Turco.
Por Roberto Armando Bravo.
