¿Cómo que no sabés qué se festeja el 8 de diciembre? En Pueblo Diamante si no conocías que, además del día de la Virgen, era el cumpleaños del Tranco e ′León, Juan Carlos Villarroel, estabas offside. Todo un acontecimiento.
Con una mezcla de reconocimiento y agradecimiento, siempre había una legión de amigos que lo agasajaba a lo grande. Él mismo (don Villa) comenzaba a engordar con tiempo los pollos que, junto al arroz, harían platos para «chuparse los dedos».
Año tras año, ese día juntaba a unos doscientos comensales, el doble de la gente que diariamente pasaba por la casa de Independencia y Centro América (sí, esa cantidad concurría a diario a lo del Pocholo). Por supuesto contabilizamos los mayores. «Los muchachos de antes» asistían aun cuando hubieran echado raíces en distintos lugares del país y hasta en Europa (por caso Juan Giménez y Juan López en Palmas de Mallorca, España, que buscaban que sus tiempos coincidieran para estar presentes).
En un clima festivo como pocos, se iban desgranando recuerdos y anécdotas que llevaba implícitos el agradecimiento a una suerte de segundo padre para muchos. Por supuesto, como en la ocasión que ilustra la foto, las chanzas estaban a la orden del día y el Tranco, boquense hasta la médula, aquella vez pagó apuesta hidalgamente y se puso la de la contra.
Juan Carlos Villarroel siempre cumplía.
El Tranco sigue vivo en el recuerdo.
Por Roberto Armando Bravo.