En la época en que Morales debutó en la primera Azul, los mediocampistas eran 8-5 y 10. El primero hacía la ida y vuelta y el último generalmente era el enlace con los tres de arriba.
El 5
Era uno solo, aunque no existía la marcación de hoy. Omar, como varios de los ’70/’80 y parte de los ’90 era ubicuo y tenía buen panorama. La posición era clave para quitar sin tener que hacer un gran despliegue y, una vez logrado, hacer jugar al equipo.
Con esas cualidades debutó a los 16 años en el Pañuelito Azul, con la confianza de que, a su lado, el ocho era su hermano Domingo, otro gran jugador.
Pero lo más importante de Morales fue su actuación en Las Paredes: lució la Azulgrana de 1986 a 1997. Con los Aviadores jugó el Regional Andino 1987 y fue campeón en 1989 con un equipo que salía de memoria: Garro; Elio Torres, Faría, Guzmán, Oscar Monardi; Moyano, Omar Morales, Hugo González; Luis Sperdutti, Cirame, Fabián Martínez. En 1994 fue subcampeón del torneo Apertura.
Dicen que lo más complicado en el fútbol es jugar con sencillez. Omar Ceferino Morales era un hombre sencillo, dentro y fuera de la cancha.
Nuestras condolencias para familiares, amigos, excompañeros y los clubes dónde jugó.
Por Roberto Bravo.
