Si bien el Reglamento de un torneo existe para ser cumplido, el Tribunal de Disciplina Deportiva del Interior no juzgó de la misma forma la responsabilidad de El Porvenir y Atlético Club San Martín.
Porque, es cierto, los dos tuvieron responsabilidad: El Porvenir, por no respetar lo reglamentado en cuanto a la contratación de seguridad pública, y San Martín por los serios enfrentamientos entre sus hinchas, algo que el club del este no debía desconocer que podía ocurrir.
Ahora bien, no es lo mismo; claro que no. Nada es comparable con la violencia; con una pelea entre barrabravas en las que hubo un herido, detenidos y armas secuestradas. Y eso es responsabilidad absoluta de San Martín. Absoluta.
Es injusto que la sanción haya sido la misma; se ha equiparado lo que sucedió (violencia) con algo que no ocurrió (que El Porvenir no contratara policía, no produjo los desmanes).
Responsabilidad de la Liga
El artículo 62 (inciso a) del Reglamento, juzgado para penar a El Porvenir, dice:
“La contratación del servicio policial suficiente para mantener el orden y la seguridad tanto en las inmediaciones como en los accesos y dentro del estadio, dentro del campo de juego, en la zona de vestuarios, en las boleterías, en la sala de recaudación, etc.”.
El artículo 63, en tanto, expresa en su inciso a:
Es “Responsabilidad de la Liga local”, “Ejercer un control directo sobre lo determinado en los incisos del punto anterior”.
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Por Roberto Bravo.
