Domingo 14 de febrero de 1999. Noche calurosa con 28.2 grados de temperatura; en el Gigante, tal vez un poco más.
Atrás quedó el primer tiempo de Huracán – San Martín de Monte Comán por el Torneo Argentino “A”. Estaban 0 a 0. Por el desarrollo, pareció que la premisa era no perder porque estaban penúltimo y último en la tabla que encabezaba Independiente Rivadavia (ascendería a la B Nacional).
Un poco de frescura
En el entretiempo saltan a la cancha chicos que van a la canchita de Juan Carlos Villarroel o Escuela de Fútbol Don Villa (nombre con el no comulgaba). Uno de los equipos tiene la camiseta de Boca, el otro la de River. Con el Tranco ‘E León supervisando, las indicaciones las dan el Tapón Correa, Sapito Sett y Mario Yelma.
Durante un cuarto de hora los pibes entretienen más que el Globo y Ferroviarios; entusiasman e ilusionan. Por entonces solo prometían aunque el futuro les depararía protagonismo.
Llegaron a Primera, entre otros, Esteban Pelayes, Franco Aguilera, Adriel Rada, Sergio González y los campeones 2019 Gonzalo Rodríguez y Rafael Maidana. Existe mérito propio y existió, también, una indiscutible buena formación.
En el día de su cumpleaños, recordamos matices de la figura señera de Juan Carlos Villarroel.
Por Roberto Armando Bravo.
Desde Buenos Aires el mejor de los recuerdos para Don Villa de la familia coppia