in

Nuestra cartita

Papá Noel: sentimos que hemos vuelto a la niñez. Entonces, creíamos fervientemente que cumplirías nuestros pedidos. Básicamente, pasaban por juguetes que alegrarían los días de nuestra infancia. Luego crecimos y, ya adultos, el “salud, dinero y amor” encabezó el ranking de las peticiones. Y lo sigue haciendo ¿Por qué negarlo? Abusamos y agregamos otros anhelos:

Sería de nuestro agrado que los vehículos los manejen quienes no se excedan en los brindis. Y que no sea al estilo Rápido y Furioso: lo de “las 12” es solo un símbolo; 10′ después nada cambiará.

Nos gustaría que todos vivamos unas fiestas poco ruidosas. Que cada uno festeje como crea que debe hacerlo pero sin perjudicar a otros (personas y animales).

También quisiéramos que dure bastante más que unas horas la puesta en práctica de aquellos valores que dan verdadero sentido a la vida. Que el bien común golee al individualismo. Que afloren (y perduren) tolerancia, raciocinio y solidaridad.

Aunque es mucho pedir, anhelamos que pronto terminen las guerras. Nos gustaría que los niños que las padecen sean tan felices como lo fuimos nosotros.

Muchísimas gracias ¡Muy felices fiestas!

Por Roberto Armando Bravo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Facundo Maya entrena en F.A.D.E.P.

Huracán: obras en la cancha