Cada día, unas 865.000 personas en el mundo mueren o se lesionan haciendo su trabajo. Cada año, 2,8 billones de dólares se destinan a cubrir gastos relacionados con la pérdida de tiempo laboral, tratamiento, indemnización y rehabilitación de lesiones y enfermedades ocupacionales.
Las cifras apabullan. El porcentaje de los que quedan impedidos de por vida, también.
Hay razones más que suficientes, entonces, para que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) haya decidido que el 28 de abril sea el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo.
Cámaras de empleadores, gobiernos y sindicatos tienen una responsabilidad compartida de magnitud, por lo que deben cumplir con todas sus obligaciones en favor de una cultura preventiva para disminuir los índices de muertes, lesiones y enfermedades relacionadas con el trabajo (profesionales).
El gran propósito es que los trabajadores regresen a sus hogares en el buen estado en que salieron a laborar.
El 28 de abril es, asimismo, la fecha elegida por el movimiento sindical mundial para rendir homenaje a las víctimas de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales.
Nuestro reconocimiento a todos los sanrafaelinos afectados por tales males.
Por Roberto Armando Bravo.
