La primera valuación de la campaña de Lucha Antigranizo 2015/16 expresa que fue ineficiente. Y razones no faltan: la piedra dañó gran cantidad de cultivos (parcial o totalmente) en la Provincia de Mendoza.
Es necesario recordar que la administración anterior no había hecho las compras pertinentes y en diciembre se registró el primer faltante de cohetes. Durante enero se piloteó (por usar un término afín) la situación, pero en febrero reaparecieron los inconvenientes. La naturaleza hizo sentir su rigor de modo desmedido con record de celdas a combatir. Ello superó, inclusive, las previsiones negativas sobre los efectos de la Corriente del Niño.
La gran cantidad usada (muy superior a la calculada) terminó con el stock promediando el segundo mes del año. Surgió entonces una patente disconformidad con el proveedor, o modo de provisión, porque los plazos de entrega son largos.
Hay que discutir cómo pueden acortarse considerando la extensa ruta de la importación (Europa del Este-Dakota-Miami-Ezeiza) y los minuciosos controles que rigen por el terrorismo internacional.
Otro aspecto a analizar es técnico-científico: ¿se siembra lo justo? ¿Más o menos que lo necesario?
Hay algo que tal vez no requiera de estudio alguno: la próxima lucha debe comenzar antes de octubre porque, desde que se implementó, hubo varias tormentas graniceras durante setiembre y debe terminar al final de abril considerando la tormenta que nos destrozó el 7 de este mes.
Por Roberto Armando Bravo.
Fotos: tomadas el 7 de abril de 2016.