in

Promesas y realidades

Noche Buena y Navidad son propicias para formular los mejores augurios, para hacer (y hacerse) promesas superadoras, para prometer cambios de conducta, jurar ser buenos y demás.

En definitiva, son un par de días cargados de las mejores intenciones. Lo cierto es que el 26 de diciembre, la mayoría quedó solo en esto.

Muchas veces son solo palabras. Otras, falta de voluntad. La mayoría una mezcla de ambas. Afortunados quienes cumplen.

Más allá de la generalidad, hay gente (religiosos, laicos) que, día a día, trabaja en favor de quienes más lo necesitan: desposeídos, enfermos, solos; mujeres y hombres; adultos y menores. Y lo hacen con amor y absoluta entrega, transformando palabras en hechos concretos.

Desde aquí deseamos para todos, y para ellos en particular ¡Feliz Nochebuena! ¡Feliz Navidad!

Por Roberto Armando Bravo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Así, sí

1976 – 964 entradas (promedio) por partido