Hace diez años, el Congreso de la Nación aprobó una ley de fomento para las Energías Renovables; al no ser reglamentada es lo mismo que si no hubiera existido. Dos años atrás, tuvo sanción otra norma legal que la reemplazó y siguió el mismo destino.
Este año el parlamento le dio el Ok a la ley 27.191 de Incentivo al Desarrollo de Energías Renovables y, en la frontera entre marzo y abril, el Poder Ejecutivo Nacional no solo la reglamentó sino que inyectó fondos por 12.000 millones de pesos al Fondo Fiduciario para el Desarrollo de Energías Renovables. Ahora va en serio.
Durante este mes de mayo, continuando con las concreciones, se hará la primera subasta pública de Energías Renovables buscando sea la llave que abra paso a inversiones estimadas en 5.000 millones de dólares para los próximos dos o tres años.
Por aquello de que «no por mucho madrugar se amanece más temprano»: la dilación favorece a nuestro país por la caída del costo de la tecnología.
San Rafael y Mendoza toda están incluidas en la denominada Región Andina que abre perspectiva tanto en lo solar, cuanto en lo eólico. Ojalá, en este contexto, encuentre viento a favor un muy buen proyecto para El Sosneado, sobre el que abundaremos próximamente.
Por Roberto Armando Bravo.
