“Y entre las bocinas de la procesión gritan los Canillas Crónica y Razón”.
El fragmento, del tango Un Sábado Más compuesto por Chico Novarro en 1971, ubica a los vendedores de diarios dentro mismo de una postal porteña. Por años tuvieron un rol protagónico en obras de teatro, películas, revistas y tiras de periódicos.
Hay que remontarse a comienzos de 1868. Manuel Bilbao era un médico que, junto a Alejandro Bernheim, fundó el Diario La República. El hecho en sí fue significativo. Pero no tanto como otra idea de la dupla: contratar a jovencitos para que vendieran ejemplares por las calles. Los preferían casi niños porque eran más veloces y arriesgados. De ese modo, en años de acentuada crisis, los chicos arrimaban centavos para Parar la Olla. “¡La República a un peso!”.
Antes de ese año, la gente accedía a los diarios por suscripción, correo o adquiriéndolos en la propia imprenta. La innovación trascendió fronteras llegando, por ejemplo, a Francia.
La foto local recuerda a canillitas voceando títulos en la vieja Terminal de Ómnibus de Almafuerte y Coronel Suárez o en las esquinas y veredas céntricas. Muchos pasaron a tener puestos fijos.
Otro grupo, más sacrificado, reparte en bicicleta o moto todos los días, desde la madrugada, desafiando frío y lluvias.
¡Feliz día Canillitas! Nuestro reconocimiento y agradecimiento.
Por Roberto Armando Bravo.