Algunos instalaron, luego de la derrota ante Ecuador en Buenos Aires (0-2), que al D.T. de la selección nacional Gerardo Martino le quedaban las horas contadas. No fueron tantos como aquellos que, a lo largo y ancho del país, propalaron el mensaje convirtiéndose en eco de la insensatez.
Para colmo, en las últimas horas Luis Segura (presidente de la A.F.A.) salió a respaldar al orientador y un apoyo de quien manda suele ser la antesala de la partida.
Es que una cosa es la crítica (justa porque en esta eliminatoria Argentina solo jugó bien unos minutos frente a Brasil) y otra cuestionar a uno de los más competentes entrenadores.
Ahora que llegó el 1-0 frente a Colombia, no faltarán los que aseguren que el Tata es rubio de ojos azules. Puro folclore (o histeria exitista del fútbol) no persigue otro fin; como nace, se desvanece.
Lo preocupante es lo otro ¿qué hay detrás de estas campañas?
Sin pretender ver debajo del agua, uno sabe que las usinas son pensantes; de ninguna manera torpes.
Al concluir el buen triunfo albiceleste en la adversa Barranquilla, Martino declaró: “Por ahí vende más criticar que andar bien”.
Toda una síntesis que deja al descubierto a más de uno. ¿Irán por más?
Por Roberto Armando Bravo.