Cuando terminaba la temporada ʼ77, y habiendo conquistado un título cuyo recuerdo perdura en el tiempo, Deportivo Argentino se desprendía de uno de sus jugadores estrella: Julio Omar Pedernera.
Con el agregado que era un pibe de la casa. Independiente Rivadavia, abonado a los viejos Nacionales, lo había convocado y pronto su jerarquía le abrió otros horizontes: fue transferido a Quilmes.
Después de una temporada en los Cerveceros (1982) su destino fue Platense. En los Calamares estuvo en el torneo 1985/86.
Luego vendría Rosario Central y un recuerdo imborrable: fue marca punta titular de 1986 a 1989 y Campeón en el certamen 86/87.
Por último militaría en Vélez en 1989/90. Dicho todo tan sintéticamente parecería poco por lo que nos vamos a remitir a los números: jugó un total de 156 partidos en Primera División.
Cualquier jugador de un club de A.F.A. sueña con llegar al número mítico de 100 cotejos; Pedernera los superó holgadamente.
Entrados los noventa volvió a San Rafael y Pedal le abrió las puertas a uno de los jugadores sanrafaelinos que más partidos oficiales ha contabilizado.
Eso es importante, tanto como que historia y estadísticas lo califique como «Un eficiente y rendidor defensor, de buen manejo y buena salida. Campeón con Rosario Central».
Por Roberto Armando Bravo.