«Caciquito»
Con apenas 16 años, Marcelo Torres mostró el valor y temperamento que serían dos de las principales características del gran volante de los años ochenta, noventa y dos mil.
Pepe Inverno lo proyectó a Primera en el ’86, cuando un Globo de pibes festejó el título.
Afianzado en primera, fue baluarte incuestionable en los campeonatos de 1990 y 1992.
In crescendo
Los mejores momentos futbolísticos de Marcelo Torres fueron en los torneos federales; esos que no todos están capacitados para jugar.
En el ’95 estuvo disputando el Torneo del Interior en Rincón del Atuel y, ese mismo año, volvió a Huracán para jugar el primer Torneo Argentino «A». Entre el ’97 y el ’99 alternó en Huracán y San Martín de Monte Comán. Más tarde se puso la casaca roja de Villa Atuel.
Cuando la calidad trasciende fronteras
Los años dos mil lo tuvieron a Chicho (por el juego parecido al del ex volante boquense Mauricio Serna) jugando para Sport Club Pacífico (General Alvear), Atlético de la Juventud Alianza (San Juan), Luján de Cuyo, Deportivo Maipú, Huracán Las Heras y Godoy Cruz (todos de Mendoza) y en Aldosivi en la «B» Nacional.
Marcelo Torres se retiró en Huracán de San Rafael en diciembre de 2008.
El 20 de junio de 2009 tuvo su merecido partido de despedida. La realidad difícil de 2011 lo hizo volver pero, a los 40, no pudo con una lesión crónica de la rodilla.
De defensor o volante, Marcelo Torres fue un jugador muy importante, durante tres décadas, del fútbol sanrafaelino.
Por Roberto Armando Bravo.