«Cumpla con sus obligaciones tributarias; sus aportes se traducen en obras». Ese tipo de aviso publicitario se escucha cada tanto.
Con el mensaje, gobiernos nacionales, provinciales o municipales buscan generar la llamada conciencia tributaria al tiempo que, si la campaña es efectiva, verán cómo crece la recaudación. Y es el modo de que los ingresos engrosen las finanzas y distintas partidas sean destinadas a la obra pública; siempre habrá calles y rutas para pavimentar, cloacas para instalar, escuelas para levantar, viviendas para construir y más.
Las expectativas respecto de la concreción de esos proyectos son favorables porque, históricamente, un 70% de los contribuyentes cumple con sus obligaciones.
De que el porcentaje no crezca también tienen responsabilidad quienes cada tanto instrumentan alguna moratoria. Sucede que, si bien hay gente que realmente no ha podido pagar y merece una oportunidad, la mayoría ha esperado la prórroga a sabiendas que siempre llega. De ese modo ha visto «premiada» su especulación por esa verdadera injusticia tributaria que es la moratoria.
Por Roberto Armando Bravo.