Turco agradecido

Cada vez que el Globo sureño juega en Mendoza o sus alrededores, el ex entrenador Jorge Julio aparece por la cancha: ayer estuvo en Palmira. Es un gesto de gratitud.

Huracán es una de las instituciones donde obtuvo logros importantes: en el ’98 disputó una semifinal para ascender a la B Nacional. Palmira también está en su corazón. En 1970, los Jarilleros llegaron a octavos de final de la Copa Argentina. Entre otros, eliminaron a Independiente de Avellaneda. No hay error: hace más de medio siglo ya se disputaba la Copa Argentina, aunque parezca una creación de estos tiempos.

Por supuesto que, en el podio de sus recuerdos, están San Martín, Gimnasia e Independiente Rivadavia a los que condujo en los viejos Torneos Nacionales  entre 1967y 1985.

También pondera haber jugado finales para ascender al Nacional B con la Asociación Atlética Luján de Cuyo en el Argentino “A” 2002/03.

Tampoco olvida el Turco a otro grande sanrafaelino: Sportivo Pedal Club. Los de Pedro Vargas y Cabildo lo trajeron por primera vez al sur en 1975. Retornó en el ’83 y estuvo a punto de clasificar al Nacional cuando los Tricolores perdieron las finales con Estudiantes de Río Cuarto. Como D.T. de Pedal obtuvo varios certámenes locales en esa década y la siguiente.

Y tiene más afectos aquí: condujo al campeonato al Sportivo Balloffet (1994) y también entrenó a San Martín de Monte Comán, último club que dirigió en San Rafael entre 1999 y 2000.

Más para agregar: asegura que el mejor  jugador de la historia provincial fue sanrafaelino y se llamó Néstor Víctor Olmedo. En una ronda de prensa con colegas de la Capital lo ubicó, inclusive, por sobre Víctor Legrotaglie. Sorprendió a varios que daban por descontado que elegiría al Víctor mendocino.

Jorge Julio es el técnico más ganador de la historia del fútbol provincial y uno de los más reconocidos del interior todo.

Sin embargo, no olvida a nuestros clubes ni al respeto y afecto que le brindaron los sanrafaelinos, más allá del equipo que dirigiera. Habla bien de él. Habla bien de nosotros.

Por Roberto Armando Bravo.