Los sanrafaelinos son solidarios por naturaleza. Quienes llevamos tiempo en los medios lo comprobamos en distintas acciones que son frecuentes, desde la donación de medicamentos hasta lo necesario para levantar una vivienda destruida o lo que requieren afectados por desastres naturales en cualquier lugar del país.
Llama la atención que, si bien preservan su identidad, casualmente uno suele descubrir que, generalmente, es gente de clase media y media baja económicamente hablando. No quiere decir que los más pudientes no donen; lo hacen de otro modo.
Y es sumamente importante la ayuda organizada que brindan entidades de bien público como, por ejemplo, el Rotary Club.
Los rotarios viajaron a España en procura de ayuda económica para equipar una sala de Oncohematología Pediátrica en el Hospital Teodoro J. Schestakow. Tuvieron suerte: lograron una subvención del Distrito Barcelona que, sumada a dinero obtenido en distintos eventos, hará posible juntar los U$S 40.000 necesarios.
El desembolso llevará un tiempo, aunque se estima que en el curso de este año ya se harán en el Nosocomio Público de San Rafael los tratamientos de quimioterapia para pacientitos con cáncer. Será un alivio para los papás de aquí, Malargüe, General Alvear y otras ciudades de provincias cercanas.
Además, sorprendieron con un ingenioso convite para ayudar a solventar obras de caridad: la película Don Padrillo. Y todo hace presumir que no se detendrán.
¡Muchas gracias!
Por Roberto Armando Bravo.
