“¿Hola Marito, todo bien?”, le pregunto al llegar a la cancha. “Todo bien Robertito, estate atento que cambiaron al asistente” me dice, enchufado de entrada en el trabajo, al tiempo que agrega: “no viene <x> porque se lesionó y lo reemplaza <y>”.
Siempre sereno, es uno de los primeros en llegar y de los últimos en irse; así cada fin de semana, y no solo dedicado al fútbol, desde hace 23 años. Hablamos de Mario Duilio Guerrero, colega en esto del periodismo deportivo.
Tiempo después, por teléfono, comienza a repasar su vida antes de los medios: la de futbolista. “Yo empecé en Pedal”, recuerda, “allá por principios de los ’80, con José Pepe Abba como entrenador”. “Jugaba de cinco pero creo que, salvo de arquero, he ocupado todas las posiciones”, añade.
Mario (Marito para algunos colegas, Cabezón para otros) debutó contra Rincón del Atuel en la Primavera. Luego “porque siempre trabajé”, se tuvo que ir a Malargüe (se desempeñaba en el área administrativa de una empresa) y volvió a Deportivo Argentino, donde fue dirigido por Rafael Pescara.
Tras su paso por la Academia, se fue con Aldo Javier el Gaucho Rodríguez al Sportivo Balloffet, donde ascendió en 1987 y campeonó un año después de la mano de Eleazar Tercilla.
En el Cruzado -donde jugó hasta principios de los ’90- tuvo de técnico también a un histórico como Jorge Julio; se retiró en San Martín de Salto de las Rosas, en 1994, con 32 años.
Tras repasar su carrera futbolística se enfoca en lo que también ha sido -y es- gran parte de su vida: el periodismo.
En un momento legué a trabajar en radio, televisión y prensa grafica. Mario Guerrero – periodista deportivo.
“Siempre me gustó esto”, dice, a la vez que recuerda sus comienzos en radio, allá por 1995, en una emisora de Roberto Verdugo. Luego desembarcó en una de José Flecha Quinteros y posteriormente fue, durante ocho años, el corresponsal en el sur provincial del Diario Uno.
También supo trabajar en LV4 y actualmente lo hace para CTC y Sitio Andino. “En un momento legué a trabajar en radio, televisión y prensa grafica”, recuerda.
Mario está casado con Silvia y tiene dos hijos: Duilio, delantero que este año quizá juegue en Balloffet, y Yamil.
En el segundo párrafo de esta nota señalamos que no solo se dedica al fútbol. También cubre básquet, tenis, rugby, ciclismo, pruebas combinadas y automovilismo, entre otros deportes.
La actividad fierrera es una de los que más sigue ya que, desde 1998 y de forma ininterrumpida, conduce junto a Hugo Morales “Video Competición”, un programa televisivo dedicado exclusivamente al deporte motor.
El partido terminó y me voy de la cancha, dispuesto a escribir la crónica. Él se queda en la zona de vestuarios, con la cámara en mano, para tomar los testimonios finales. Con frío o calor (a veces rojo como un cangrejo por la exposición al sol) y a los 56 años, labura como un pibe.
Porque como él dice (y sirva de buen ejemplo): “siempre trabajé”. Mario Duilio Guerrero, uno de los primeros en llegar, y de los últimos en irse.
Por Roberto Bravo.
