Este gobierno demuestra una clara intención de transparentar las cosas. Por ejemplo, respecto de los servicios, la actualización tarifaria eléctrica se imponía para que, a partir de una mayor rentabilidad, la empresa distribuidora haga las obras que son necesarias.
San Rafael pide a gritos otra planta para una generación que termine con los cortes cuando hace mucho calor o mucho frío. Ahora ya no serán válidas las excusas. Las áreas competentes deben exigir el pronto comienzo de las obras prometidas.
Asimismo, las partes deberán abocarse a encontrar una solución para el problema que generan aquellos que se cuelgan de la red. Cuando lo hacen los que habitan en los asentamientos, se producen interrupciones en las casas de vecinos que pagan por el servicio. En ocasiones, las oscilaciones de la tensión les provocan daños en electrodomésticos de los que no se hace cargo nadie.
Aunque no figure en las facturas del grupo que paga, debe estar incluido el monto de los que no lo hacen porque la empresa, lógicamente, no regala nada. Se trata de un servicio y también de un negocio.
Cuanto antes, la situación amerita ser transparentada. Se hará justicia.
Por Roberto Armando Bravo.
