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Aire impuro

«Un 23% de las muertes en el mundo se deben a las malas condiciones ambientales» informó un minucioso estudio de la Organización Mundial de la Salud. Tiene incidencia el uso de combustibles fósiles como el gas natural, el carbón y el petróleo por los gases que emanan.

El relevamiento no hace otra cosa que ratificar otros anteriores.

Vale decir que la raza humana continúa autodestruyéndose. Las grandes naciones del mundo no cumplen con lo acordado en las distintas cumbres; las chicas, tampoco.

Cada uno debe interesarse por su hogar. Resulta propicio, antes que lleguen los fríos, hacer revisar calefactores y calefones a gas por la emanación del letal monóxido de carbono. Al tiempo, hay que poner atención en lo que hace el gobierno de la ciudad en que uno vive. En nuestro San Rafael, en el último decenio, la Municipalidad autorizó la instalación de Industrias sin ajustarse a la zonificación.

Hay chimeneas humeantes en lugares indebidos. Usando el método de hechos consumados, primero se permitió la radicación; después, después veremos. Las áreas de Obras Públicas y Privadas, Planeamiento y Medio Ambiente han coincidido en soslayar las ordenanzas.

Por lo bajo argumentan que es en favor de la producción. Raro. Ningún funcionario de esos sectores ignora que un desarrollo sustentable no debe perjudicar la salud física y psíquica de aquellos que, pared de por medio, de la noche a la mañana, se encuentran con un «regalito» humeante y ruidoso.

Por Roberto Armando Bravo.

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