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Jorge Picurú: el canchero de Pedal

“El Picurú”, como le dicen, es el encargado de mantener el césped de la Fortaleza de Cemento, entre otras actividades. En diálogo con InfoBravo, contó cómo llegó al club, su pasado como futbolistas y más.

Si uno busca en el diccionario el significado de la palabra canchero, una de las definiciones indica que en América es aquella persona “que tiene una cancha de juego o cuida de ella”.

Esa acepción es verdadera al 100% si de Picurú hablamos porque, si bien la cancha no es suya, es como si así lo fuese ya que vive en la casa que está debajo de la tribuna oeste: “estaba sola y necesitaban a alguien que la cuidara para que no entraran a robar; en esa época el presidente era el Pelado Daniel Colombatti”, indicó al momento de explicar cómo surgió la posibilidad de vivir en el club.

Siempre me gustó Pedal; para mí es un templo. Jorge Picurú – canchero de Sportivo Pedal Club.

Pero la relación de Picurú con el Expreso no empezó cuando comenzó a residir en la institución; antes, a los dieciséis, se puso los cortos y jugó para el Tricolor: “siempre me gustó Pedal; para mí es un templo. Le dije a mi vieja que quería jugar acá, hice los trámites, estuve a prueba un tiempo y quedé”, recordó respecto a sus inicios en el mundo de la redonda.

Jorge nació en Bowen (General Alvear) y tiene 41 años. De chico se vino a vivir a Rama Caída, en donde hizo la primaria y la secundaria, y a los once años empezó a practicar en Rincón del Atuel.

Volante o delantero por afuera, debutó en Primera a los dieciséis, jugando para Pedal: “debuté en cancha de Huracán, marcándole un gol a San Luis”, rememoró.

Luego volvió a vestirse de Verde, ya en Primera, y pasó por Sport Club Quiroga y Atlético San Luis. Según contó, se retiró porque “sufrí lesiones y el físico no me acompañaba; me costaba muchísimo”.

Jorge Picurú. El canchero de Pedal y detrás su casa, la Fortaleza de Cemento.

El piso de la Fortaleza

Pedal tiene uno de los mejores campos de juego de San Rafael. A comienzos de la segunda década de los dos mil, era utilizado para competencias de Speedway y, según contó alguna vez el expresidente Pablo Espuri, “era un óvalo y los túneles de los vestuarios no existían porque estaban tapados por la pista”.

Respecto al trabajo que hubo que hacer, Picurú agregó que “era una cancha pelada y con una superficie dura. Hubo que darla vuelta por completo, lo que significó un trabajo muy complicado”.

Si el campo de juego se cuida, el fin de semana los jugadores se divierten dentro de la cancha. Jorge Picurú – canchero de Sportivo Pedal Club.

¿Cómo mantiene la cancha?

Lleva su tiempo y hay que tener paciencia. Uso bastante agua, arena, fertilizantes y maquinarias. Cada dos meses, hay que arar el terreno.

El frío quema a la mayoría de los campos de la provincia, y les quita color; el de Pedal no es la excepción. “Hay que esperar y arrancar de nuevo en septiembre; en invierno casi no se la moja y se le pone arena negra. En el verano se realiza un doble turno de riego”, explicó Picurú.

Doble turno. En verano, la cancha es regada dos veces al día -archivo-.

Jorge no solo cuida el campo de juego; también atiende a la prensa, abriéndole las cabinas cuando un partido la convoca, y ayuda a los chicos del club, tanto de Inferiores como de Infantiles.

Con una sonrisa y buena predisposición, Jorge Picurú es una de esas personas que hay en la mayoría de los clubes, siempre dispuesta a dar una mano a quien la necesite.

Por Roberto Bravo.

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