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Villa Atuel: Regional 1980 (parte II)

En otra oportunidad desmenuzaremos toda la campaña de Arizu Villa Atuel (hay partidos plenos de matices), que llegó a la penúltima fecha compartiendo la punta con Independiente Rivadavia, con quien cayó en San Rafael y perdió toda oportunidad de llegar al Nacional.

Elio Rubén Montaño dirigió a Arizu Villa Atuel en la primera parte del Regional.

La Lepra clasificó y la sensación objetiva fue que, por individualidades y equipo, los Rojos merecieron más.

Volvemos a lo que fue el debut ante Unión de Zapala.

Apostillas

Elio Rubén Montaño

Era, desde 1979, el D.T. Rojo y clasificó al equipo para disputar el Regional.

En el certamen Federal, Montaño solo dirigió la primera parte; la dirigencia lo reemplazó por el turco Alberto Bittar. “Pasa dos o tres días en Mendoza cuando su tarea requiere de presencia y máximo esfuerzo en San Rafael”, argumentaron. Fue una decisión polémica: el equipo punteaba y rendía. “No se cambia el caballo a mitad del río”, se quejaban algunos.

Pareció más una medida empresarial que futbolística: por la enorme inversión en contrataciones, para los dirigentes el equipo debería haberse despegado considerablemente del resto.

Elio Rubén Montaño dirigiendo a Villa Atuel.

Como jugador, Montaño fue un brillante volante derecho o centrodelantero que jugó en Newell’s, Boca Juniors, Huracán, Los Andes y Rosario Central marcando 87 goles en 210 partidos (un gol cada 2,41 partidos). En Peñarol de Montevideo fue Tricampeón (1959-1961-1962) y goleador y Bicampeón de la Copa Libertadores. Allí también militó en Danubio; asimismo vistió las camisetas de Sporting (Portugal) y clubes de Venezuela y Colombia.

Tapa de El Grafico con la camiseta de Huracán de Parque de los Patricios.

El Loco Montaño

Personaje. Durante su estadía en San Rafael, café de por medio, Montaño desgranaba anécdotas. Algunas las publicaba (y publicaría) El Gráfico en su sección Jugo de Fútbol. No les agregaba histrionismo ni sacaba pecho; simplemente las contaba.

Montaño relator

Además de ser excelente jugador y goleador, Elio Montaño se caracterizó por hacer calentar a los rivales. Su forma preferida era relatar a medida que jugaba “¡Ahí va el crack Elio Montaño burlando rivales! ¡Es imparable! ¡Qué grande Montaño!…”.

No solo a los rivales

Las locuras también enardecían a los suyos. Jugando para Rosario Central frente a Newell’s, César Luis Menotti le puso un pase gol, Elio tocó hacia la valla libre y salió a gritar el gol con la parcialidad Canalla; la pelota se frenó antes de entrar, el gol no fue tal y el Flaco y su hinchada lo querían matar.

Otra con el Flaco

Sabedor que Menotti se enojaba cuando no le daban la pelota, un partido acordó con el Gitano Juárez no pasársela. El Flaco trinaba aunque, al final, no le quedó otra que reír.

¡Fuego!

En pleno vuelo, a Montaño se le ocurrió prenderle fuego al diario que leía un compañero. Hubo aterrizaje de emergencia y ruego de los dirigentes del Globo para que no los bajaran a todos.

¡Me juego!

Una noche estaba perdiendo mucho dinero en el casino de Montevideo. Cuando se iba la última bola, y al intuir que no ganaría, al grito de “¡Me juego!” se arrojó en palomita sobre la mesa: fichas por los aires y crupieres y jugadores atónitos.

Una Navidad con Perón

En diciembre de 1955 Huracán jugó amistosos en Panamá. Cuando Montaño se enteró que allí estaba exiliado Juan Domingo Perón, abandonó la concentración y lo fue a visitar para Navidad. Como perdió el vuelo de retorno, Perón le compró los pasajes.

Buena vida

El Loco Montaño ganó mucho menos dinero que lo que obtiene cualquier jugador de la actualidad con menos virtudes y logros. De todos modos, para la época, ganó mucha plata; “Viví y vivo muy bien”, aseguraba en 1980.

Según algunos portales de internet, a los 90 años, Elio Montaño pasaría sus días en un geriátrico del barrio porteño de Almagro, afectado por una demencia senil y asistido económicamente por Futbolistas Argentinos Agremiados.

Campeón con River

Rubén Norberto Bruno, el autor de los dos goles de Unión ante Arizu, fue el que marcó para los Millonarios cuando salieron campeones -tras dieciocho años- en 1975. En aquella oportunidad (en cancha de Vélez y ante 55.000 espectadores) vencieron a Argentinos Juniors 1-0.

Lo anecdótico es que el encuentro consagratorio de River lo jugaron juveniles por una huelga de profesionales. Pese a que no tenían contrato, fueron acusados de Carneros por los titulares. Lo increíble es que los mismos dirigentes que les pidieron jugar, dejaron a todos libres al año siguiente y no fueron pretendidos por clubes de Primera. Todos les hicieron pagar el “pecado”.

Bruno (actualmente uno de los entrenadores de inferiores en River) recuerda que los compañeros que los acusaron hicieron lo mismo que ellos (en 1971) y no hubo represalia de los titulares de entonces.

Rubén Bruno marcándole a Argentinos Juniors con la camiseta de River Plate.

Un sanrafaelino

El marcador lateral derecho de Unión de Zapala fue Julio Villar, exjugador de Huracán, bicampeón con el Globo en las temporadas 1975 y 1976.

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Por Roberto Armando Bravo.

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