A la luz de los resultados, que mandan en el fútbol, la política no fue buena: San Martín de Monte Comán había perdido la categoría que recién recuperaría al final del decenio.
Los noventa arrancaron con pautas distintas: A Scheffertdz, Sánchez, López, Centeno, Núñez, Cortez, Sierra y Orlando Belcastro, entre otros, les tiraron las camisetas titulares y, lo más importante, los bancaron.
Si se los mira con ojos resultadistas, los primeros años de la década pasaron sin pena ni gloria: apenas alcanzaron para quedarse en Primera, lo cual no era despreciable de modo alguno. Claro que, por la mente de los jóvenes dirigentes que conducían al club, la idea primigenia se cumplía absolutamente: lograr base propia para un despegue.
Hacia 1994 comprobaron que era posible y, un año después, llegó el primer gran logro: la clasificación al Argentino “B”, obtenida en finales ante el poderoso Sportivo Balloffet.
Además de la primera participación en un torneo federal, en el 1996 conquistaron el primer campeonato y un año después ascendieron al Argentino “A”. Más tarde vendrían otros títulos locales.
“¡Misión cumplida!”, exclamaban los Bernués y compañía: habían ayudado a sacar a Los Ferroviarios de un largo estancamiento en las vías.
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Por Roberto Bravo.
Que orgullo haber participado ennla historia mas grande del club.muy agradecido