Hay que apresurarse en decir que Huracán fue un justo ganador. Dentro de un trámite sin claudicaciones, los sanrafaelinos fueron ofensivos, jugaron mejor y generaron las mejores situaciones.
No bien comenzó el encuentro, Andrés Torres eludió a su marca y, sin el perfil adecuado, remató apenas desviado. Luego, Pedro Montaña la mandó sobre el travesaño cuando estaba solo frente al arquero.
Promediando la fracción, un sablazo de Juan Carlos Ureta fue rechazado por el portero y Torres, con la valla libre, no pudo definir.
“¡Tuya, Vieja!”
Por su parte, Estudiantes tuvo una sola y anecdótica: Aníbal Carricondo la entregó atrás para Eduardo Tazare que salía, y La Vieja (tal el apodo del gran arquero) se arrojó hacia atrás y, con mucho esfuerzo, salvó su arco.
Sobre 41′ llegó el gol. Arremetió Ureta, y a pura gambeta corta eludió a tres adversarios, cuando perdía la vertical alcanzó a tocar para Ramón Ortiz y el Gringacho, dentro del área, la colocó por bajo cerca del poste derecho de la meta de las vías. Merecidísimo. La primera fracción se fue con seis tiros de esquina a favor de Huracán y ninguno para los riocuartenses.
Segunda etapa
En 8′ se desató la polémica: Estudiantes marcó un gol, el juez no advirtió que uno de sus líneas tenía levantado el banderín y lo convalidó. Todo Huracán protestó y, tras consultar con su colaborador, Carlos González lo anuló desatando las protestas riocuartenses.
Eso fue lo único de la visita en el complemento ya que, más allá de tener posesión, las ocasiones siguieron siendo Azuloro. A Ureta, imparable, se lo sacó Miguel Escudero; Montaña, muy solo, se lo perdió tras una pared entre Rodolfo Giordano y Ureta y, en tiempo de descuento (el árbitro adicionó 7 minutos ¡Una locura en aquella época!) Ricardo Lara se jugó una patriada, eludió a tres jugadores y disparó apenas desviado. Hubiera sido un golazo.
No bien terminó el partido, Díaz y Escudero corrieron a juez y línea con intención de agredirlos por el gol anulado. Intervino la policía y se registraron algunas escaramuzas entre las fuerzas de seguridad y los jugadores de Estudiantes. Afortunadamente no pasaron a mayores.
Festejos por doquier
Un año antes, y con motivo de la participación de la Selección Sanrafaelina de Fútbol en el Campeonato Argentino Copa Adrián Beccar Varela, habían nacido los Pumas del Sur para alentar y seguir al Equipo de Todos (San Rafael Campeón Provincial 1973).
Un año después, para ellos (de todos los clubes y del Globo, obviamente) Huracán también fue sinónimo de San Rafael, por lo que lo acompañaron durante el Regional. Sustentaba el sentimiento que aquel equipo estaba reforzado con jugadores de Sportivo Pedal Club (Eduardo Aníbal Tazare, Ricardo Lara y Emilio Carricondo), Las Paredes (Pedro Eugenio Lucero), Villa Atuel (Pedro Montaña y Raúl Coronado), Rincón del Atuel (Jorge Sela), Constitución (Marco Macheroni) y San Martín (Monte Comán) (Orlando Bernués), entre otros.
Justamente, los Pumas del Sur encabezaron la caravana que paseo su alegría por toda la ciudad saludada por los vecinos que, desde las veredas, adherían aplaudiendo y agitando pañuelos. La fiesta fue muy larga. El logro lo merecía.
El festejo aún vive entre tantos hermosos recuerdos de aquella gloriosa tarde de domingo para el fútbol sanrafaelino todo.
SÍNTESIS
Estadio: Huracán. Árbitro: Carlos González (AFA). Recaudación: 70.000 (Pesos Ley 18.188) por la venta de 5.000 entradas (había no menos de 8.000 personas).
Huracán 1: Eduardo A. Tazare; Ricardo Lara, Rodolfo Oliva, Carlos Rodríguez, Emilio Carricondo; Ramón Ortiz, Carlos Narváez, Rodolfo Giordano; Pedro Montaña, Juan C. Ureta, Andrés E. Torres. D.T. Roberto Sosa.
Estudiantes (Río Cuarto) 0: Miguel Escudero; Bernabé Contreras, Raúl Rodríguez, Julio Rodríguez, Miguel Arguello; Eduardo Giuliano, Isidoro A. Celuci, Roberto Arias; Humberto Mansilla, Aldo Arana, Roberto Saturnino. También jugaron Rubén Díaz y Ricardo Aimar, padre de Pablo Aimar.
Gol: P.T. 41′ Ramón F. Ortiz (H).
Por Roberto Bravo.
