A nivel nacional la actividad futbolera está frenada desde el 17 de marzo, días antes de que el presidente Alberto Fernández decretara el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio con el fin de frenar la pandemia de Coronavirus (COVID-19), medida que se extendió -en principio- hasta el 26 de abril inclusive.
En ese contexto, y sin saber cuándo se reiniciará la actividad -ya que depende de la evolución/involución de la pandemia-, los futbolistas (y también otros deportistas) han tenido que adaptar los entrenamientos al ámbito en el que cumplen el aislamiento: sus casas.
Para conocer cómo influirá ese cambio de entorno en el jugador, InfoBravo dialogó con el P.F. Gustavo Juri, quien cuenta con una extensa trayectoria en el fútbol local y otros deportes.
“Sin dudas que esto afecta, y mucho, ya que no hay bibliografía alguna que hable de este tipo de situación porque es algo que no existió nunca”, comenzó expresando el profesional.
En relación a los inconvenientes que genera la situación, Juri señaló que el principal es no saber cuánto durará el parate: “uno no puede planificar en función del tiempo porque no sabe cuándo termina; trabajar las cargas, sin tener en cuenta ese horizonte, se hace bastante complicado”, indicó.
En la misma línea consideró como problemático que “no está la motivación de jugar”, y también la falta de control sobre lo que hace el futbolista: “uno no puede controlar con qué intensidad trabaja porque no está con él”, expresó.
Asimismo añadió, como otra dificultad, “la interpretación de la tarea asignada por parte del deportista; hay que ser lo más claro posible, mostrarle un video y explicar verbalmente, atento a cualquier duda o situación que se le presente”.
En ese marco, destacó como importante el apoyo psicológico que se le brinda al deportista.
Nos tenemos que adaptar, cada uno en su trabajo, a la situación que se nos presenta. Gustavo Juri.
Son muchos los futbolistas que no cuentan en sus hogares con los elementos de entrenamiento que sí tienen en los clubes. Respecto a cómo puede ello afectar, Juri indicó que, si bien la situación se dificulta, “todo sirve: un ladrillo simula un cono o una carga (obviamente no específica). Depende de la creatividad del P.F., para generar actividades que puedan hacer todos”.
Por otra parte, y consultado por si será necesaria una pretemporada en caso de que la actividad sea reiniciada, destacó que “nos va a llevar un tiempo que (de acuerdo a cuan larga sea la cuarentena) puede variar de semanas a meses, para que el deportista vuelva a tener el estado de competencia que le permita desenvolverse al 100% de su capacidad”.
Asimismo, consideró que “al principio el parate generará espectáculos con una dinámica no muy buena y seguramente un número importante de lesionados, ya que el jugador tiene en su cabeza la dinámica del último partido y cuando vuelve quiere desempeñarse al mismo volumen de trabajo, siendo ese el momento en que aparecen las lesiones”.
Buscándole un costado positivo a la situación, Juri destacó que “estamos todos en la misma y el que menos pierda sacará ventaja cuando se vuelva; dependerá de la muñeca de los P.F.”.
Vasta trayectoria
Gustavo Juri (53) lleva 31 años preparando físicamente a futbolistas, tenistas, nadadores y -desde hace tres años- jugadores de futsal (en el San Rafael Tenis Club).
En el mundo de la Número 5 trabajó con diversos técnicos del medio, como Eleazar Tercilla, Juan Carlos Cano, Mario Saromé, Miguel Converti, Néstor Yáñez y Claudio Francisco, entre otros.
Empezó en 1991, en Cuadro Nacional, cuando tenía 22 años; luego pasó por Huracán, Rincón del Atuel, Cuadro Benegas, Constitución, Sportivo Pedal Club (entidad en la que retomó la actividad tras más de una década ligado al tenis) y San Martín de Salto de las Rosas (última institución en la que estuvo, en 2019).
Paralelamente, desde hace doce años, es coordinador del Instituto de Educación Física 9-016 “Jorge E. Coll”, donde además es docente.
Por Roberto Bravo. Foto: archivo.