Por ahora, los delincuentes le llevan una considerable ventaja a las fuerzas de seguridad. Lo saben y actúan en consecuencia. Algunos hechos de un mes y fracción a esta parte, lo demuestran.
El más impactante fue el robo a propietarios y comensales de un restaurante de la avenida Balloffet entre Sarmiento y Álvarez Condarco, algo inédito aquí.
Incluso, provocó una concentración y marcha que, vaya uno a saber por qué, no alcanzó a reunir una treintena de personas. Pero ese es otro tema.
Seguimos: hubo un par de asaltos a metros de comisarías. El primero se registró en departamentos de la planta alta de Patricias Mendocinas e Independencia, a 100 metros de Investigaciones, el CEO y demás. El segundo en la Pinturería Colorshop ubicada en la avenida Moreno 38 (la comisaría 32 está a dos cuadras o 150 metros en línea recta).
Sin duda, se sienten ganadores, impunes.
La aprobación legislativa de la emergencia en seguridad viabiliza la concreción de las políticas pensadas por el gobierno provincial para luchar contra la inseguridad. Vale el avance en varios frentes, como la presentación de prototipos dotados con la última tecnología para patrullar (vendrían dos a San Rafael) y, en la legislatura, el tratamiento de herramientas legales para modificar la Puerta Giratoria del régimen de prisión preventiva.
También es de destacar la jerarquización de la carrera policial con nuevos requisitos para el ingreso al Instituto de Seguridad Pública (escuela de Policía). Pero esto demandará tiempo.
Mientras tanto, lo más pronto posible, se necesita una capacitación para los efectivos que revistan en áreas de inteligencia.
Tal vez haya convenios con países que instrumentan estrategias exitosas.
Como fuere, esta carrera no la podemos perder.
Por Roberto Armando Bravo.
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