En el boxeo de todos los tiempos fueron dueños de la idolatría aquellos que pegaban más fuerte; si a ello agregaban buena técnica, mejor.
Y fue ídolo, también, un pugilista que rompió con el molde, que eligió hacer de la defensa un arte y después pegar, al final las cuentas darían igual. O mejor.
El “Intocable” (pocos apodos tan bien puestos) caminaba “Chaplinescamente” el ring negándole la distancia necesaria a sus rivales.
Cuando lo acorralaban mostraba la cara y la sacaba, quedando dibujados en el aire “los mamporros” de sus contrincantes, o fabricaba un caparazón para cubrirse.
Y, sin golpe de KO, era lo suficientemente certero para que los jueces acumularan puntos a su favor.
Como aficionado, el tunuyanino ganó 122 y perdió 5. En el campo profesional, su record, sobre 136 peleas disputadas, fue de 117 victorias (14 por KO), 4 perdidas y 14 empatadas.
El 12 de diciembre de 1968 (hoy se cumple medio siglo) se consagró campeón mundial en Tokio: derrotó a Paul Fuji que vivió una verdadera pesadilla, al no encontrarlo nunca, al punto que abandonó en el décimo de los quince round pactados. Impotencia pura.
Nicolino combatió dos veces en San Rafael: el 18 de octubre de 1967, le ganó por puntos (en 10 asaltos) a Leonardo Peralta en Pedal.
Cinco años después realizó una exhibición y, cuando retornaba a Buenos Aires en su Cupé Torino, volcó en Calle Larga debiendo ser internado en Clínica San Roque. La afición por la velocidad pudo haberle hecho una jugada peor. Afortunadamente también la esquivó.
El fantástico e incruento modo de combatir de Nicolino Locche no tiene parangón en la historia del pugilismo mundial.
Incomparables: Osvaldo Caffarelli (relatos) y Ernesto Cherquis Bialo (comentarios) – Nicolino Locche – Paul Fuji (12-12-1968)
Nicolino Locche; la leyenda del Intocable – Documental ESPN (cuenta Abuelo 83 Extra)
Por Roberto Bravo.
