Anteriormente lo había hecho en Junín (derrota de River, 1-0 ante Jorge Newbery) y en el Monumental cuando su equipo derrotó a Colón 2-0.
En el partido precedente al de Huracán (River 1 – Newell’s 2) ingresó en el segundo tiempo, aunque las estadísticas de entonces no consideraban a la sustitución como partido jugado.
Sabella (19) era el reemplazante natural de Norberto Beto Alonso y, aquella tarde en Pueblo Diamante, el D.T. Enrique Omar Sívori lo puso de puntero izquierdo. Pese a la implacable marca de Luis Carrasco, exhibió destellos de calidad. En el segundo tiempo lo sustituyó Pedro Coudannes.
La formación riverplatense: Fillol; Pintos, Pena, Passarella, H. López; Marchetti, P. Fernández, Alonso (R. Cabrera); C. A. Salinas, Morete, Sabella (Coudannes).
Pese a que alcanzó la notoriedad en Estudiantes de La Plata, Sabella jugó más partidos en River (133) que en los Pincharratas (113) e hizo más goles para los de Núñez: 12 contra 7. Además obtuvo tres títulos con los Millonarios (1975 -2- y 1977) y dos con Estudiantes: 1982 y 1983.
Pero esos son solo números; por donde pasó, Alejandro Sabella dejó el sello de excelente jugador y entrenador. Muchos hablan (y hablaron) de un “Caballero del Fútbol”. No hay porqué no creerles.
Por Roberto Armando Bravo/Roberto Bravo.