El talentoso y experimentado volante Matías Martino (36) continuará su carrera en Jorge Newbery de Comodoro Rivadavia (Chubut), equipo que es dirigido por el exentrenador de Huracán y Las Paredes, Sergio Busciglio.
El exjugador de Huracán, Sportivo Pedal Club, San Martín de Monte Comán, Atlético Pilares, Constitución, 25 de Mayo (La Pampa), Club Social Unión Deportiva Catriel (Río Negro) e Independiente Calle Larga, entre otros, jugó este sábado su último partido con la camiseta de los Rojos y viajará a Comodoro Rivadavia el próximo lunes.
El equipo comodorense afrontará el torneo local desde el 7 de mayo y, en el segundo semestre, el Regional Federal Amateur. Vale recordar que en febrero estuvo a punto de dejar esa categoría, pero perdió la final por el ascenso al Federal “A” ante Liniers de Bahía Blanca.
“No lo he tenido a Sergio Busciglio, pero a principio de año me había llamado; es la primera vez que me voy tan lejos, ya había jugado en 25 de Mayo y Catriel. Uno siempre sueña con cosas grandes y hay que aprovechar cuando aparecen estas oportunidades, más a mi edad. Iré a dejar todo y trataré de hacer un buen papel para que el día de mañana la gente de allá se acuerde de mí; esa es la meta”, le dijo Martino a InfoBravo sobre esta nueva oportunidad en su carrera.
También tuvo palabras para su ahora exclub, Independiente Calle Larga, donde estuvo cuatro años: “Es un club bien organizado, hay gente muy buena y los dirigentes siempre han cumplido y estado pendiente de lo que necesitaba”, expresó.
“Hemos tenido dos o tres años muy buenos; este no nos está yendo tan bien, pero son cosas que hay que superar. Hoy me toca irme y no me siento cómodo con la manera en la que está el equipo; les dije a mis compañeros que me había salido una oportunidad muy buena (ya había dejado pasar dos chances de ir a Mendoza y Córdoba), y ellos me entendieron; les agradezco la comprensión”, agregó.
“Independiente Calle Larga es un club para estar y dar lo mejor, porque siempre te atienden bien y apoyan de principio a fin”, concluyó el Tola.
Por Roberto Bravo.
