Cada una decoró los tejidos de alambre con banderas y pancartas e hizo sonar instrumentos para acompañar las voces de aliento. De aliento y canto de guerra, porque también hubo cruces verbales. No más que eso.
Antes y después de 1996, siempre hubo disturbios entre hinchadas de distintos clubes o agresiones a jugadores como lo que le sucedió al plantel de Huracán en Santiago del Estero (2015).
Pero, en los 48 años de torneos federales que tuvieron la participación de clubes sanrafaelinos, nunca hubo un hecho como el del sábado, cuando se enfrentaron dos facciones de Atlético Club San Martín con armas de fuego y armas blancas, lo que dejó como saldo un herido y detenidos.
La violencia siempre saca un as de la manga.
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Por Roberto Bravo.