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La Superliga y el fútbol del interior

70 a 1 ¡Qué goleada! No es un partido de fútbol, pero tiene que ver con el fútbol: así terminó la votación para la creación de la tan mentada Superliga.

Lo que se acordó es solo el reparto de los fondos comprometidos por el Gobierno Nacional. Por aquello de que “el que parte y reparte se queda con la mejor parte”, los mentores del cambio han destinado los mayores porcentajes a los clubes de Primera División. Más abajo vienen los de la B Nacional. De la torta queda un exiguo 8% a repartir entre Primera B Metropolitana, Primera C, Primera D y habría un 2% para el Federal “A”. No hay porcentaje para Federal “B” ni “C”.

Los representantes del interior, entre ellos el presidente de la LSRF, Alberto Pérez Gassul, dieron su apoyo. Están de acuerdo con la creación de la Comisión Normalizadora solicitada por el Poder Ejecutivo Nacional para entregar el dinero. Creen que pueden colocar a uno de sus representantes dentro de ella.

Si lo consiguen, desde ese lugar trabajarán por la autonomía y autarquía del Consejo Federal. Escindido el organismo de A.F.A., razonan, podrán organizar los torneos de modo independiente y manejar los recursos económicos. Se esperanzan con que, a futuro, el interior pueda contar con fondos para fortalecer los campeonatos locales, siendo las ligas las que repartan a los clubes.  

El único voto negativo lo emitió otro dirigente del interior: el representante de la Liga de Rosario, Mario Giammaría. Objetó una “ausencia de cuestiones puntuales como la relación con el fútbol del interior y los límites jurisdiccionales”. Asimismo argumentó que “Hay muchos vacíos”.

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Alberto Pérez Gassul (abajo, a la derecha) en la votación realizada hoy en el predio Julio Humberto Grondona, que la A.F.A. tiene en Ezeiza -Foto de www.clarin.com-.

Así las cosas, uno puede inferir que la Superliga es otra expresión más del centralismo con que se maneja el fútbol argentino desde Grondona a la actualidad. Su promocionado lanzamiento en nada cambia la situación de un interior que languidece.

En realidad, tierras adentro nadie se ilusionó con que podría ser de otra manera.

Por Roberto Armando Bravo.

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